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Inclusión laboral LGBTIQ+ en Tecnología: desafíos para las empresas


¿Alguna vez te preguntaron a quién amas en una entrevista de trabajo? ¿o te consultaron “hace cuánto tiempo” sos como sos?; ¿o te llamaron de un modo que no te representa en la oficina?. Esas son situaciones a las que se enfrentan las personas LGBT cada vez se insertan en el mercado laboral y más complejo aún resulta en el mundo IT. Por eso, nos proponemos reflexionar sobre la inclusión laboral LGBTIQ+ en Tecnología y a qué desafíos se enfrentan las empresas.

Hace algunos meses reflexionábamos sobre la brecha que existe en el acceso al trabajo en tecnología entre mujeres y hombres. Desde XOOR nos comprometimos a trabajar para mejorar la situación  internamente  y alcanzamos las metas que nos propusimos. Pero la inclusión no es binaria, sino que debe contemplar las diversidades identitarias

En ese sentido dialogamos con integrantes de la comunidad LGBTIQ+ para acercarnos un poco a sus realidades y poder entender las complejidades de la inserción laboral en la actualidad.

Inclusión laboral LGBTIQ+ en Tecnología: el primer obstáculo es imaginarlo

Las infancias en el mundo occidental son binarias: los juegos, los colores, los roles dentro de la sociedad vienen preformateados para que haya unos específicos para varones, y otros para mujeres. Los bloques, los autos y las consolas para los nenes; la muñeca, los maquillajes y la cocina para las nenas. Con los juegos los infantes aprenden y desarrollan destrezas que luego llevan a sus vínculos y espacios de socialización, así lo señala Agostina Mileo en el capítulo 6 de su libro “Qué la Ciencia te acompañe a luchar por tus derechos”. 

De esa manera quienes nacieron con genitales femeninos, fueron criadas para aspirar a ser princesas, para las tareas de cuidado, enseñanza y alejadas de elementos tecnológicos. Mientras que aquellos que vinieron al mundo con genitales masculinos, fueron incentivados para usar este tipo de dispositivos, construir cosas, usar la fuerza y ser “superhéroes”. 

Cuando llega la adolescencia y comienzan a preguntarse por el futuro, las mujeres no contemplan la posibilidad de estudiar carreras vinculadas a Ciencia y Tecnología o trabajar en esa industria. Según la ONU Mujeres y la UNESCO, a nivel mundial sólo el 29.3% de mujeres desarrollan tareas en CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Y muchas de ellas se acercan de adultas.

Bárbara Imperatori es una programadora lesbiana que estudió en un instituto privado en 2018 y hasta ese momento no sabía nada sobre el tema. A sus 29 años empezó a ver que muchas de las mujeres y disidencias que seguía en Twitter, se estaban formando en sistemas y se asombró: “¿esto no es de chabones?”. Confesó que siempre imaginó a “varones con capucha, lentes, inmersos en la oscuridad que se bañaban una vez por mes”, pero frente a la visibilidad en redes de todas esas chicas que se estaban animando, se preguntó “por qué no trabajar en tecnología”.

Más complicado es aún para las infancias y adolescencias no binaries, travestis, transexuales en donde la principal preocupación es aceptar quiénes son y ser reconocidas en igualdad de condiciones que las personas cis-género, que se sienten identificadas con el género con el que nacieron. En ese contexto y padeciendo continuamente violencia y discriminación, es más difícil proyectarse estudiando o trabajando y más aún en una industria con tanto estigma hacia adentro y desde el afuera como es la tecnología.

En ese sentido, desde Transistemas -una organización integrada por personas LGTBIQ+ cuyo objetivo es lograr la inserción laboral de personas de la comunidad en sistemas- informaron que “el 75% de la población travesti trans no termina el colegio, menos pueden acceder a un curso y menos aún, a la universidad”. A su vez, remarcaron que “quienes acceden a la educación básica, no acceden al cambio registral, la expectativa de vida es muy baja, la tasa de suicidios es muy alta” ante semejantes números “pedimos que hagan un esfuerzo para aprender a tratar con nosotres”.

Insertarse en el mercado laboral tecnológico siendo LGBT: vencer el prejuicio

“Sistemas lo vemos como algo de hombre heterosexual cis, con una imagen estereotipada de alguien que está con anteojitos, y no hay mucha discidencia, y mucho menos comunidad travesti-trans”, señaló Coi Bressan un QA Tester, diseñador web UXUI y militante de la organización Transistemas.

Dedicarse a la tecnología para él nació como una necesidad, “trabajar en sistemas implica ganar un buen sueldo y no es necesario ir a la Universidad para poder hacerlo”, actualmente circula mucha información en internet y con tener constancia es posible aprender de manera autodidacta, explicó.

Además ahora, existen organizaciones LGBT en Argentina y a lo largo del mundo que brindan cursos de manera accesible a personas de la comunidad. Así, se contactó con TransTI y asistió a una capacitación en QA Testing primero; y más tarde, dio con Transistemas donde no sólo se formó en Diseño Web UXUI, sino que se convirtió en lugar de militancia y un espacio para encontrarse a sí mismo.

A Coi, estudiar tecnología y poder trabajar de eso le llegó de la mano del cariño: “siendo trans cuando nos educamos tenemos miedo, nos da miedo la gente porque hay violencia, porque te confunden pronombres, porque gritan tu death name” -nombre asignado al nacer que no representa la identidad de la persona-.

Asistir a la Universidad y más aún en carreras de Ciencias “duras” no es fácil cuando no cumplis parámetros hegemónicos, incluso “en un taller gratuito en internet sabés que te podes encontrar con estas cosas y en una institución privada que además hay que pagar, más”.

Aprender tecnología para la comunidad LGBT sólo es posible si “te enseñan con amor”, con expresión de ternura Coi además aseguró que “no es lo más complicado entender, sino que alguien acceda a darte la información de una manera amorosa”.

A pesar de sentir la tecnología “muy ajena y complicada”, ahora puede entender sobre desarrollo de software “porque tuve alguien al lado explicándomelo con amor”

Su experiencia lo llevó a intentar replicar las posibilidades que tuvo a otras disidencias y su activismo, a ocupar un rol más activo dentro de Transistemas. Actualmente tiene a su cargo el área de Comunicación y Capacitaciones y en pos lograr sus objetivos, estudia Comunicación y Psicología en la UBA.

Entrevistas de Trabajo en IT a personas LGBT

Más allá de las organizaciones que brindan cursos exclusivos para la comunidad LGBT que apuntan a enseñar desde el amor, en 2020, el Estado Nacional argentino lanzó el programa “Aprendé a Programar” que ofrece cursos gratuitos para diferentes niveles a partir de los 8 años y con modalidades diversas. Según relataron desde Transistemas, el 75% de las personas inscritas son trans, lo que da cuenta de la importancia de esa política pública para el colectivo. 

En este contexto, cabe señalar el segundo obstáculo que se presenta para las personas que lograron superar el prejuicio, encontrar lugares amorosos para estudiar y formarese: insertarse en el mercado laboral.

Enviar un currículum puede parecer algo sencillo para algunas personas, pero para otras es motivo de ansiedad. No tener experiencia, la edad, estado civil o entrar en duda si aclarar o no la identidad de género, son algunos de las preocupaciones. Luego de confeccionarlo y de enviarlo, un simple documento debe superar el prejuicio de los reclutadores.

Coi, contó que envió un montón de CVs pero “nunca me llamaron, creo que es porque aclaro que soy trans”, si bien no lo dicen explícitamente, “te das cuenta por cómo es su página, sus publicaciones en redes y porque te violentan en su discurso cotidiano”.

En los casos donde se pasa la preselección, queda la tan temida entrevista de trabajo. Para integrantes del colectivo es temida y se puede observar con estadísticas LGBT en Argentina: según la organización Contratá Trans, del total de la población trans, el “70% nunca fue a una entrevista laboral luego de asumir su identidad de género” y como consecuencia -junto con otras variables-, el 60%, “ejerce la prostitución o el trabajo sexual” como única posibilidad para poder sobrevivir.

Desde Transistemas explicaron que las personas travestis, transexuales y no binaries “tenemos que defender siempre nuestra identidad y explicarla”, se deben enfrentar a preguntas incómodas como “con qué género te identificas”, “cuándo te diste cuenta”, “qué personas te gustan”. Y el inconveniente no radica sólo en tener que contestarlas y tal vez no tener una respuesta certera; sino que aún teniéndo las respuestas, no es la responsabilidad del entrevistado educar en cuestiones de género, sino los empleadores estar educados.

Pero la complejidad no queda atrás luego de la reunión con el área de recursos humanos. Muchas empresas finalmente desisten de contratar una persona idónea para el puesto en sistemas, en QA testing o como PM porque “tienen miedo de incomodar a la planta ya consolidada, entonces prefieren no contratarte”, señalaron desde Transistemas.

Entonces el círculo se cierra. Una mala entrevista de trabajo, desalienta, alimenta el miedo a estas entrevistas, las invita a desistir de futuras oportunidades. Las personas no logran ganar experiencia en su área de expertise, los años pasan, los currículums siguen iguales y las entrevistas se vuelven monstruos.

Discriminación y exclusión laboral en la comunidad LGBT

Alessandra Fernándes tiene 25 años estaba estudiando psicología en 2019, “lo estaba pasando muy mal, estuve más de un año sin trabajo” y económicamente no podía solventar más por lo que empezó a estudiar programación de manera autodidacta de la mano de un novio de ese entonces y con cursos y videos online. Actualmente está cursando el último año de la Tecnicatura en Sistemas Informáticos en la UTN.

Alessandra consideró necesario aclarar que la discriminación por identidad de género en el ámbito laboral y académicos “lamentablemente es algo que pasa”, pero que en su caso por su condición de “cispassing” -personas trans cuya identidad no se puede deducir por su aspecto físico- y como “no ando diciendo que soy trans, me tratan como una mujer más, entonces no siento tanta discriminación tan directa”.

Comenzó su vínculo laboral con la tecnología como QA Tester, en su primer trabajo una compañera la stalkeó en redes sociales y al día siguiente le anunció “me di cuenta que sos trans, jamás lo hubiese imaginado” y que ahora tendría que hacerle muchas preguntas. Alessandra sintió que violaron su privacidad, el tono de las preguntas fue muy íntimo y tuvo que frenarla: “no le preguntan a personas hetero cis con quién se acuestan, o qué tienen entre las piernas”. Más triste aún, “lo divulgó por toda la empresa” y los tratos de otros compañeros se transformaron.

Ese tipo de actitudes por más leves que sean, son casos de discriminación laboral por sexualidad o identidad de género e incitan a la exclusión por parte de pares, pero también que las propias víctimas se aislen y en muchos casos, renuncien.

La joven programadora se muestra fuerte, segura de sí misma y de todos sus logros. Celebra trabajar en una empresa en donde se la escucha y se la capacitan continuamente.

Los desafíos de las empresas al contratar personas LGBTIQ+

“Argentina es uno de los países con más derechos para la comunidad LGTB del mundo”, aseguran desde Transistemas en un contexto en el que en países como Rusia y Hungría es “ilegal” ser homosexual. Se avanzó muchísimo con la Ley de Matrimonio Igualitario, luego con la Ley de Identidad de Género, Ley Micaela y con la reciente aprobación del Cupo Laboral Travesti Trans Lohana Berkins y Diana Sacayán

La sanción de las mismas es posible gracias a un cambio cultural que permite llegar a un consenso dentro del Congreso. Esas transformaciones en la idiosincrasia social invita al sector privado a hacer lo propio. Ya son muchas las empresas que se dedican al desarrollo de software y a la tecnología que incorporan diversidad identitaria en su planta.

Pero desde Transistemas y Contratá Trans explican que con emplear personas del colectivo LGBT no alcanza, sino que es necesario generar condiciones materiales para que las personas se sientan cómodas, incluídas y puedan desarrollarse como cualquier otra. 

Esto implica formar al área de recursos humanos para que al entrevistar las primeras preguntas sean “cuál es tu nombre y cuál es tu pronombre” luego “a qué baño queres ir y qué podemos hacer para que te sientas cómodo”. Para finalmente “ofrecer ayuda legal y de salud”.

Garantizar espacios de trabajo libres de violencias, abusos o acosos por cuestiones de Género es igual de necesario, por eso también es necesario capacitar a los directivos y líderes de los proyectos y a las personas que van a compartir el cotidiano, para Transistemas “es cuestión de empatía humana”.

Erradicar la discriminación Laboral LGBT en Argentina sigue siendo un tema importante porque según la organización Sin Violencia LGBT, en América Latina entre 2014 y 2020, cada mes fueron asesinadas 20 personas por su orientación sexual o identidad de género diversa. Cercenar todo tipo de manifestación discriminatoria se logra educando a los integrantes de la organización.

Finalmente proponen asumir una posición activa frente a las contrataciones. Por un lado, dejar de esperar que las personas LGBT se postulen, sino salir a buscarlas a través de las bolsas de Trabajo LGBT en Argentina, o contactando a organizaciones que aborden esta problemática, incluso específicas de programadores LGBT en Argentina. 

Por otra parte, los empleadores explican que por las historias de vida de las personas de la comunidad LGBT en muchos casos, no logran alcanzar el grado de formación que las empresas necesitan para llevar adelante sus proyectos. Desde Transistemas recomiendan emplear personas gay, lesbianas, travestis, transexuales, no binarias o queers y formarlas en los lenguajes, tecnologías y competencias que la misma necesita.

Diversidad de Género en el ámbito laboral

Desde XOOR comenzamos a transitar el camino de la inclusión con preguntas, conociendo en primera persona las realidades de este colectivo y nos proponemos trazar un plan para que las palabras pasen a actos, comenzando por capacitar a todo el equipo para lograr un ambiente, sano, cariñoso y grato para incorporar a todas las diversidades que quierean trabajar con nosotros.

Aún lo estamos estudiando. Pero estamos convencidos que el camino implica lograr un ambiente sano, equilibrado en el que todas las personas se puedan desarrollar plenamente y generan las condiones para que las diversas identidades de género en el ámbito laboral puedan ser lo que son sin tener que esconderse o avergonzarse. 

Si querés contarnos algo, conocer cómo trabajamos o dejarnos un mensaje, escribinos a hola@xoor.io y te contestaremos a la brevedad.