Uno de los desafíos más grandes que trajo el Coronavirus fue el de adaptarnos a tener que hacer todo desde casa. El trabajo remoto un poco más habitual en el mundo de la tecnología, no era usual en el resto de las disciplinas; pero la pandemia obligó a todos los rubros a incorporarlo rápidamente.

A partir de nuestra experiencia te vamos a contar cuáles son los desafíos, las ventajas y desventajas, y cómo afrontar las dificultades de esta modalidad, desde la mirada de quienes integramos Xoor: founders, desarrolladores y contratantes.

En este artículo:

Antes de comenzar, es importante aclarar qué significa trabajo remoto, porque tal vez muchos escucharon nombrar esta modalidad pero no terminan de comprender qué es, o sus implicancias.

Se denomina “trabajo remoto” o “teletrabajo” a la modalidad de empleo que no requiere que las personas asistan cada día a una oficina, o lugar de trabajo en un horario determinado.

Entonces, ¿qué es trabajar de manera remota?. Quiere decir que podes realizar tus tareas desde una ubicación no centralizada. Puede ser desde tu casa, en un café, en un coworking o como un nómade recorriendo el mundo.

Esta modalidad de trabajo cada vez es más habitual en las grandes ciudades, en países desarrollados y entre los jóvenes que llevan a cabo tareas vinculadas con la tecnología.

El reconocido sitio de búsqueda de trabajo freelance, FlexJob junto con Global Workplace Analytics, publicaron en febrero de este año un informe sobre esta modalidad de empleo. En el mismo aseguraron que el trabajo remoto aumentó en Estados Unidos: “en los últimos cinco años creció 44% y en los 10 años anteriores creció 91%”.

La realidad en países no desarrollados es diferente, el trabajo remoto en Latinoamérica y en particular en Argentina es más complejo. El acceso a la tecnología y a la conectividad varía según regiones y estratos sociales.

Según el informe “Evaluando las oportunidades y los límites del teletrabajo en Argentina en tiempos del Covid-19” publicando en abril de este año por el Centro de Implementación de de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), antes que el Estado decretara el Aislamiento Social, sólo el 8% de los asalariados e independientes realizaban trabajo remoto en Argentina. Además, evidenció que el 3% de las empresas otorgaban esta posibilidad a sus empleados antes de la Pandemia.

La investigación además mostró que la población no está preparada técnicamente para hacerlo. Del total de puestos de trabajo, sólo entre un 27% y un 29% tiene potencial para realizarse desde los hogares. Si se contempla el acceso a las tecnologías, se reduce la cifra a un 18%.

Si bien es cierto que hay muchas tareas que no pueden desarrollarse a distancia, la realidad es que en todo el mundo hay compañías que vienen trabajando así desde hace algunos años, y cada vez son más las que se suman a esta modalidad.

El principal motivo por el cual algunas firmas eligen el teletrabajo es porque aseguran que la productividad aumenta como resultado de la flexibilidad que ofrecen. Según detallaron, los equipos aumentan el rendimiento al poder manejar sus horarios y al reducir el tiempo de interacción con sus compañeros en la oficina. Un representante de Strart, empresa cliente de XOOR, destacó que “mejora el rendimiento porque hay menos interrupciones, más concentración”.

A su vez, permitir que los empleados trabajen de forma remota reduce los costos operativos, los días de licencias por enfermedad y las ausencias. Así también lo explicó uno de los clientes de XOOR, Robby Black de Rustik: el teletrabajo permite “reducir los costos operativos”.

El Founder & CTO de XOOR, Jonatan Jaskilioff, contó que “trabajamos de manera 100% remota desde que comenzamos con la empresa, ya es parte de nuestra filosofía el hecho de trabajar desde donde estés, y donde haya una conexión de internet, claro”. En ese sentido, resaltó que los integrantes de la empresa viven en diferentes ciudades, incluso algunos recorren diferentes países por meses completando sus tareas exitosamente.

Aseguró que la principal virtud de esta modalidad es la posibilidad de “manejar los tiempos como uno quiera” en contraposición con los horarios fijos que suelen tener los trabajos presenciales. Además, resaltó que “se ahorra mucho tiempo de traslado del hogar a la oficina, sobre todo en ciudades grandes” y que, para quienes eligen una vida nómade, pueden organizarse para conocer lugares, recorrer ciudades y trabajar.

Incluso, remarcó que a la hora de incorporar profesionales al equipo, se encontró con la sorpresa que al trabajo remoto los postulantes “lo toman como un beneficio al elegir una propuesta laboral”.

El Founder & COO, Juan Manuel Masud, subrayó la importancia de “no complicar las cosas”, trabajar con herramientas que hagan “el día a día lo más sencillo posible”. No exigir al equipo la incorporación de decenas de aplicaciones y optar por aquellas que resulten más intuitivas y rápidas para todas las áreas de la empresa.

En segundo lugar, indicó que la organización y generación de procesos para llevar adelante las tareas es crucial: “llevar un seguimiento de costos, horas trabajadas, reportes de horas y de avance de los proyectos”.

A su vez, es esencial tener siempre presentes las tareas asignadas para cada área de la empresa con objetivos claros y medibles.

Otro aspecto central es la comunicación. Masud recomendó usar un único canal hacia adentro del equipo y para el contacto con los clientes. En XOOR usan Slack que “es casi un estándar hoy día en nuestra industria”.

En ese mismo sentido, desde Rustik sugirieron como elemento clave “realizar muchas reuniones, documentar las necesidades de las partes, y dejar que los miembros del equipo encuentren las soluciones”. De esa manera, queda un registro para no olvidar aspectos importantes para los integrantes del equipo con la finalidad de poder trabajarlo a futuro, y fortalecer la integración del grupo.

El trabajo remoto presenta algunos obstáculos. La clave es encontrar modos sistematizables para sortear esas dificultades y reparar rápidamente los imponderables.

El Founder & CEO de XOOR, Mauricio Payetta, consideró que “la falta de ese cara a cara” es la principal dificultad. Tanto a nivel de vínculo como organizacional, el no compartir un mismo espacio físico y no poder verse gestos o tener un diálogo fluído, puede representar un inconveniente.

“Los almuerzos compartidos, los mates, las charlas entre tareas”, son acciones que fortalecen al equipo y son fundamentales para generar un buen ambiente de trabajo. En esa línea enfatizó: “cuando se comparten actividades extra laborales con el equipo se genera otro tipo de vínculo que hace que el trabajo diario sea mucho más fluido y llevadero”.

Robby Black de Rustik coincidió e indicó que a la hora de contratar un proveedor a distancia, “es más difícil comenzar un proyecto sin que todos estén en el mismo lugar”.

Por otro lado, un factor incómodo es la falta de espacios preparados en las casas para tener reuniones: “gran parte de nuestros clientes han conocido a nuestros hijos y mascotas y nosotros a los de ellos”, aseveró el CEO de XOOR.

A pesar de trabajar de manera remota, era habitual en XOOR realizar reuniones mensuales con el equipo para hacer balances, planificar el siguiente mes, discutir cuestiones organizacionales y soñar a futuro. El aislamiento por el Coronavirus les coartó esta posibilidad y hoy lo consideran negativo.

“Se nota mucho que hacen falta esos encuentros, sobre todo porque desde que comenzó la pandemia hay varias caras nuevas para conocer que sólo hemos visto por videollamada”, subrayó Payetta.

También la falta de contacto personal complica la toma de decisiones ya que “los tres socios solíamos vernos las caras todos los días en nuestra oficina en Mar del Plata y desde hace 8 meses que no nos vemos”. Si bien se contactan por slack y por teléfono de manera diaria, “siempre es mucho más fácil discutir y tomar decisiones cuando estamos todos juntos porque es mucho más espontáneo”.

En este aspecto también coinciden desde la empresa Strart ya que les parece central “al menos una vez verse ‘face to face’, compartir tiempo juntos para crear el vínculo”.

Nuestros clientes sostienen que el trabajo remoto es una excelente modalidad laboral; sin embargo, también creen que la flexibilidad que este ofrece puede combinarse con la presencialidad.

Para Robby Black de Rustik, “el trabajo remoto es algo bueno y está aquí para quedarse”, pero le parece “bueno para las relaciones con los compañeros de trabajo y los clientes, que se reúnan en persona cuando sea práctico”. Lo ideal sería poder coordinar “un par de reuniones al año”, por más que implique que algunos tengan que viajar.

Desde Strart proponen combinar el trabajo onsite con el remoto. Les parece “necesario para la salud mental, un día o dos veces por semana, para estar en contacto con otras personas, salir a la calle, etc”.

De todas maneras los dos clientes consideran que una vez que pase la pandemia, el trabajo remoto “no desaparecerá”. En Argentina y en los países menos desarrollados, “las empresas hicieron el esfuerzo de adaptarse e invertir” con lo cual se va a mantener un porcentaje.

“Se dieron cuenta que pueden ahorrar y van a cerrar muchas oficinas”, remarcaron desde Strart, y además pronosticaron que “los empleados lo van a aceptar con gusto porque se dieron cuenta que les mejora la calidad de vida propia y de su familia”.

Sin embargo, Black aclaró que las compañías deberán ofrecer las dos posibilidades a sus empleados porque “no todo el mundo se siente cómodo con el trabajo remoto y les resulta difícil ser productivo”.

Además de la visión de los directivos de empresas respecto de esta modalidad de trabajo, es sustancial conocer cuál es la mirada del resto del equipo. Los desarrolladores de XOOR, Cristian Costa, Cristian Torrano, Maximiliano Duthey y Brian Caimmi, compartieron sus experiencias para intentar reconstruir lo que consideran como aspectos positivos y negativos.

Si bien la Pandemia, como al resto del mundo, los tomó por sorpresa, estaban preparados para trabajar desde casa. Para ninguno de ellos era la primera vez que debían hacerlo, por el contrario hace más de 2 años que trabajan con esa modalidad.

Cristian Costa, Cristian Torrano, Maximiliano Duthey y Brian Caimmi remarcan que la principal ventaja es “poder ajustar tus horas laborales a tu vida y no al revés”. Lo que ponderan es que, “si bien tenes que intentar cumplir un horario fijo, a veces puede variar la hora de inicio y fin de las actividades”.

Una segunda virtud es “poder trabajar desde casa sin necesidad de moverse”, ahorrarse tiempo y dinero al “no tener que transportarse hasta el lugar de trabajo”.

En este sentido, también optar por cambiar de ambiente: “ elegir entre trabajar en casa, en una oficina, en la casa de un amigo, en una cafetería” e incluso destacaron con ímpetu “la posibilidad de agarrar tu computadora y viajar, solo necesitas de internet y un lugar para sentarte”.

Teletrabajadores de todo el mundo también resaltan que con esta modalidad “no están tan estresados” respecto del trabajo en oficina y que, ese factor sumado al tiempo que se “ahorran” en el traslado, les permitió encontrar un mejor equilibrio entre su vida personal y la laboral.

Los desarrolladores de XOOR indican como principal molestia que “el trabajo siempre está con vos, es difícil dar por terminado el día” e incluso que en casa, “la zona de trabajo y relax son la misma” y eso no permite desconectar.

Si bien ven con buenos ojos no tener que trasladarse y poder estar cómodos en su hogar, advierten que “puede perjudicar tu vida ya que te convertís en ermitaño de a poco”.

“La falta de contacto humano” es otra de las grandes desventajas que enunciaron. Al igual que los founders, “no tener pequeñas charlas triviales con tus colegas” hace que el día a día sea más denso. “Si bien hay comunicación, llamadas, etc no es lo mismo que estar en una oficina cara a cara”.

En algunos lugares del mundo señalan como una dificultad la falta de información sobre cómo conseguir trabajo remoto freelance. La mayoría de las aplicaciones y páginas webs de búsqueda laboral funcionan en grandes ciudades, pero en pequeñas ciudades, no es tan sencillo.

Según los desarrolladores de XOOR, “lo principal es tener una computadora e internet, sin internet, no podemos hacer nada”. Como segundo requisito: “tener una buena comunicación con el equipo y tratar de mantener los horarios laborales típicos. De esta forma siempre se está conectado con el resto de los compañeros”.

También atribuyeron importancia a generarse en casa “un espacio cómodo en donde poder trabajar, una mesa amplia, una buena silla, silencio (o ruido), son elementos necesarios para trabajar bien”.

Costa, Torrano, Duthey y Caimmi, recomendaron “conocer personalmente a los compañeros de trabajo”. Aunque no compartan lo cotidiano, “el vínculo es bueno, se pueden hacer muchos amigos a pesar de no conocerlos”. Pero creen que tener algún encuentro, alguna cena, salida, o compartir algún espacio de coworking en alguna oportunidad resulta provechoso para poder trabajar mejor: “siempre esperamos viajar para compartir un día de oficina juntos”.

Por otro lado sugirieron, al momento de tomar decisiones grupales ya sea con compañeros o con alguno de los jefes, realizar videollamadas: “no se pueden tomar decisiones sin tener una call”. Opinan que el chat no es suficiente y que por ese canal no es posible terminar de desarrollar puntos de vista. Para ellos, “es más fácil debatir las ideas, las posibles soluciones y los caminos que se van a tomar”.

Por último, aconsejaron que además del chat y de las videollamadas, a la hora de recibir indicaciones para el desarrollo de las tareas asignadas, se les pida a los superiores que detallen todo por escrito “ya que a uno se le van detalles de las llamadas”. Coincidieron en que “mientras más descripción exista más fácil se le hace a un desarrollador encarar las tareas”.

Si te quedaron dudas o queres más información sobre nuestra modalidad de trabajo, escríbenos a hola@xoor.io.